jueves, 19 de marzo de 2015

Regreso, panorama, control de daños

Por el momento, voy a limitarme a copiar y pegar, con una mínima edición, los textos que estuve publicando últimamente en el facebook, pero que allá estaban fuera de lugar. 

Y dice:

Siguen siguiendo las «grandes reconciliaciones con el pasado».
Estudio Edición en Puán, sabido es. Empecé en 2006, dejé en 2008, me fui al Sur, etc., y la retomé en 2013. Este año planeo terminar de cursar las materias de grado. 
Venía todo bien: me faltan cinco materias, así que iba a hacerlas todas este año. Tres en el primer cuatrimestre, dos en el segundo. Pero resulta que se murió el jefe de la cátedra de Edición Electrónica y Multimedia en el verano, una de esas materias que me faltaba cursar, y, sencillamente, las autoridades de la facultad eliminaron la materia. 

[No voy a hablar de la «política académica» de la universidad; quizá en otra entrada].

De modo que me quedaba disponible en mi cronograma el tiempo que ya había destinado a ir a la facultad. Podría haberme organizado para hacer algo más «útil» (como preparar los finales que debo, dibujar; o hasta mirar 678, qué sé yo), pero no, decidí ir igual a la facultad, para reconciliarme con mi pasado, como decía, porque «reempecé» a estudiar griego clásico el martes, que algo había visto en el secundario, pero a lo cual, como a casi todo lo que vi en el secundario, no le había prestado demasiada atención.

Nos dieron para traducir este textito:
Παλαιὰ παροιμὶα • ὃτι χαλεπὰ τὰ καλά εστιν.
Dice: «Palaià paroimìa: hòti jalepà tà kalá estin.»
O sea: «Antiguo proverbio: ¡Qué difícil es lo bello!»

En conclusión: ese proverbio es un resumen de todo lo que estoy haciendo. Encuadernar, corregir, imprimir con tipos de metal, diseñar imágenes y editar texto con la computadora, pensar cómo crece una planta…
Y ahora todavía más: repasar sintaxis, física, leer la Constitución (y querer prenderla fuego). Recordar…

Es difícil, sí, pero cómo disfruto todo esto.

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